-Primero, toma una bolsa y pon la harina, la pimienta y la sal juntas allí.
-Corta el hígado en trozos de aproximadamente media pulgada y luego pónlos en la bolsa, agitándolos hasta que estén cubiertos. Esto ayudará a atenuar el sabor de esto.
-Consigue una sartén y calienta aproximadamente 3 cucharadas de mantequilla, junto con un poco de aceite, y desde allí, saltea las cebollas a un nivel medio-alto, para que estén agradables y tiernas. Deberías ver un pequeño brillo en esto.
-Una vez que veas eso, quieres tomar las cebollas, ponerlas dentro de un plato y desde allí, espolvorea la cebolla también con un poco de pimienta y sal.
-Calienta aproximadamente 4 cucharadas de mantequilla, junto con una pequeña pizca de aceite en la sartén también.
-Agrega el hígado y luego cocínalo durante aproximadamente 5 minutos, hasta que este plato comience a dorarse.
-Una vez que esto esté terminado de cocinarse, pon las cebollas directamente en la sartén, calentándolas junto con el hígado también.
-Toma el hígado y las cebollas y ponlos en un plato. Usa un caldo y el vino para desglasarlos, y a partir de ahí, asegúrate de que el líquido se reduzca hasta crear una salsa agradable y espesa que realmente te dará algo para disfrutar con esto.
-Toma el hígado, colócalo en una fuente para servir y luego, agrega también la cebolla. Agrega la salsa que acabas de hacer y luego agrega un poco de perejil para decorar, ¡y luego puedes servirlo!
