¡Hemos cocinado esto 9 veces en el último mes y a mi familia todavía le encanta!

Precalienta el horno a 200 °C (400 °F). Cubre una bandeja para hornear con papel de aluminio y coloca una rejilla encima. Esto permite que el aire circule uniformemente alrededor de las alitas, lo que garantiza que queden crujientes.
En un tazón grande, mezcla la salsa de soja, el azúcar morena, la miel, el vinagre de sidra de manzana, el ajo, el jengibre, la pimienta negra y las hojuelas de pimiento rojo.
Agrega las alitas de pollo al tazón y revuélvelas hasta que estén bien cubiertas con la marinada. Déjalas reposar durante al menos 30 minutos para que absorban los sabores, o puedes marinarlas durante la noche en el refrigerador para obtener mejores resultados.
Coloca las alitas en una sola capa sobre la rejilla y úntalas ligeramente con aceite de oliva.
Hornea en el horno precalentado durante 35 a 40 minutos, volteando las alitas a la mitad del tiempo, hasta que estén doradas y caramelizadas. Para que queden más crujientes, puedes asarlas durante 3 a 5 minutos más al final de la cocción.
Retíralas del horno y déjalas enfriar un poco antes de decorarlas con cebollas verdes picadas y semillas de sésamo, si lo deseas. Sirve caliente.
Variaciones y consejos
Para una versión más picante, prueba agregar una cucharada de jugo de lima a la marinada. Si prefieres un toque más picante, aumenta la cantidad de hojuelas de pimiento rojo o agrega un chorrito de salsa Sriracha. Para un sabor más aromático, considera incorporar una cucharadita de polvo de cinco especias. Además, estas alitas se pueden asar a la parrilla en lugar de hornear para obtener un sabor ahumado. ¿No tienes alitas de pollo? Esta marinada también funciona de maravilla con muslos o contramuslos de pollo.

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