– Monta la nata muy fría con la leche condensada.
– Añade el queso crema y bate lo justo para integrar.
– Añade las galletas picadas, la mermelada y las fresas en trocitos.
– Integra con una espátula.
– Tritura un poco con la batidora.
– Si lo haces con heladera, manteca durante unos 20 minutos y guarda en el congelador una media hora antes de servir.
– Si lo haces sin heladera, mete en un recipiente hermético en el congelador. Saca cada media hora y, con una varilla, mezcla bien para romper los cristales de hielo que se hayan formado.
– Deberás hacerlo durante las primeras 3 o 4 horas, para conseguir que el helado quede cremoso. Deja otras 3 o 4 horas de reposo en el congelador.
– Cuando vayas a comerlo, saca el recipiente, deja unos 5 minutos a temperatura ambiente y sirve con un poco de mermelada por encima, unas galletas y una fresa.
+ Trucos y consejos:
+ Cuando las fresas no estén de temporada, puedes cambiar esta fruta por frambuesas, moras o arándanos; o usar fresas congeladas.
– La mermelada es muy importante en esta receta.
– Si quieres, puedes preparar una mermelada de fresas casera que marque la diferencia.
– La receta que te he dejado lleva hierbabuena y pimienta rosa, pero puedes prescindir de ellas para preparar este helado