Hago esto unas 12 veces al año y nunca me ha decepcionado.

Preparación

1. En un tazón grande, bata el queso crema ablandado con el azúcar granulada hasta que quede suave y cremoso.
2. En otro bol batir la nata con el extracto de vainilla hasta obtener picos rígidos.
3. Incorpora suavemente la crema batida a la mezcla hasta que esté completamente combinada.
4. Vierta la mezcla de crema batida sobre la base de galletas Graham y luego dóblela con una espátula.
5. En un tazón mediano, mezcle las rodajas de fresa y la mermelada de fresa hasta que las fresas estén bien cubiertas.
6. Vierta la mezcla de fresas sobre la tabla de tarta de queso en el tazón de manera uniforme.
7. Refrigera el bizcocho colgante durante al menos 4 horas, o preferiblemente durante la noche, lo cual recomiendo totalmente: solidifica los sabores y le da esa textura perfecta al cortarlo.
8. Antes de servir, decore con fresas enteras, si lo desea.
Variaciones y sugerencias:
– Para una versión más ligera, evita un formato cremoso adjunto y una mermelada de fresa unida con azúcar. Créame, el sabor seguirá ahí.
– Puede cambiar la bahía según su ubicación o preferencia. Los arándanos o las frambuesas también están deliciosamente garantizados.
– Si no tenéis mermelada de fresa, cualquier mermelada de frutos rojos que tengáis a mano servirá.
– Asegúrate siempre de que la nata esté fría antes de montarla; A medida que llegamos a esos picos empinados cada vez más rápido, seamos honestos, ¡podemos ver qué tan rápidos son!

Leave a Comment