Toques finales:
Probar y rectificar sazón si es necesario.
Para obtener una salsa más suave, use una licuadora o procesador de alimentos para hacer puré la salsa hasta obtener la consistencia deseada.
Conclusión La salsa de tomate casera es maravillosamente versátil y se puede utilizar en una gran variedad de platos. La clave para una buena salsa es la sencillez y la paciencia: deja que los sabores naturales de los ingredientes brillen. Guarde su salsa fresca en el refrigerador hasta por una semana o congélela en tandas para usarla en el futuro. Disfrute del rico y reconfortante sabor de la salsa casera que elevará cualquier comida de simple a espectacular. ¡Feliz cocina!