Gratinado de calabaza y patatas

¡Empecemos por el gratinado de calabaza y patatas! Primero, toma tu calabaza. Pélala y córtala en trozos regulares. Sin embargo, si estás usando una calabaza como Hokkaido cuya piel es comestible, no te molestes en pelarla. Sólo lávalo.

A continuación, extiende las rodajas de calabaza en una bandeja para horno forrada con papel pergamino. Rocíelos con aceite de oliva, espolvoréelos con sal y pimienta, luego coloque la bandeja en un horno precalentado a 200 grados. Ase durante 35 a 40 minutos, hasta que los trozos de calabaza estén tiernos.

Mientras tanto, tómate el tiempo para pelar las patatas. A continuación, deberás blanquearlos durante unos 10 minutos en agua hirviendo con sal. Una vez finalizada esta operación las escurrimos.

Déjalas enfriar para poder manipularlas con seguridad y luego córtalas en rodajas finas. Coge una fuente para gratinar y cúbrela con mantequilla. Luego comience a colocar capas de rodajas de papa y espolvoree con pimienta.

Luego agrega una capa de calabaza en rodajas y una capa de mota. Luego, coloca las lonchas de queso provola y espolvorea todo con parmesano rallado. Continúe alternando estas capas hasta que todos los ingredientes estén bien apilados.

Terminar añadiendo el resto del parmesano. Luego, introduce todo en un horno precalentado a 180°. Espere unos 30 minutos para que se prepare, o al menos hasta que el queso provola se vuelva deliciosamente pegajoso y las papas se ablanden.

Una vez hecho esto, sirve inmediatamente tu gratinado de calabaza y patatas, dividiéndolo en platos individuales.

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