1. Hidrata 1 sobre de grenetina en 1/4 de taza de agua, deja reposar 2 minutos y caliéntala a baño María para que se disuelva.
2. Calienta la mitad del jugo, deja entibiar e incorpora la grenetina; vierte en moldes individuales y refrigera hasta que cuaje.
3. Aparte, hidrata el resto de la grenetina en 3/4 de taza de agua, deja reposar 2 minutos y disuélvela a baño María.
4. Calienta el jugo restante con la leche y cuando suelte el hervor, retira de la estufa.
5. Licua lo anterior con la leche condensada hasta obtener una mezcla homogénea y añade la grenetina poco a poco.
6. Vacía sobre la gelatina cuajada y refrigera nuevamente hasta que esté firme.
