Galletas heladas: ¡frescas y fáciles de preparar sin heladera!

Preparación de galletas:
Pica finamente las galletas secas en una batidora o colócalas en una bolsa y tritúralas con un rodillo hasta obtener migajas finas.
Formación de galletas heladas:
En un bol mezcla las migas de galleta con el helado de tu preferencia. Trabaja rápidamente para incorporar bien las galletas al helado, hasta obtener una mezcla suave.
Si lo deseas, también puedes añadir otros añadidos como chispas de chocolate, nueces picadas o trozos de chocolate.
Formación de galletas:
Prepara una bandeja forrada con papel de horno.
Tome porciones de helado y galletas y forme bolitas del tamaño deseado.
Coloca las bolas en la bandeja preparada y colócalas en el congelador durante al menos 1-2 horas, o hasta que estén firmes.
Opcional: Glaseado de chocolate:
Derrita el chocolate negro o con leche a baño maría o en el microondas en ráfagas cortas, revolviendo con frecuencia hasta que quede suave.
Saca las galletas de helado del congelador y sumérgelas una a una en el chocolate derretido, ayudándote de un tenedor para escurrirlas ligeramente.
Vuelve a colocar las galletas glaseadas en la bandeja y regresa al congelador por al menos otros 30 minutos, o hasta que el chocolate esté bien cuajado.
Servicio:
¡Las galletas heladas están listas para servir! Puedes guardarlos en el congelador en un recipiente hermético hasta el momento de servir.
Estas galletas heladas son frescas y sabrosas, perfectas para una merienda de verano o un postre rápido y sin demasiado esfuerzo. Personaliza la receta usando tu helado y galletas favoritas para crear la combinación perfecta para ti. ¡Disfrute de su comida!

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