Una vez enfriadas, saca las galletas del refrigerador y, si lo deseas, enróllalas en azúcar glas.
Guarde las galletas de chocolate sin hornear en el refrigerador hasta el momento de servir.
Estas galletas de chocolate sin hornear son deliciosamente ricas y esponjosas, perfectas para satisfacer tus antojos de chocolate en poco tiempo. ¡Disfruta tu comida!
