Una vez realizado el diagnóstico, el paciente podrá aprender a gestionar su enfermedad. Sin embargo, actualmente no existe cura para la fibromialgia. El tratamiento tiene como objetivo principal reducir los síntomas. Se basa en particular en:
analgésico;
medicamentos para mejorar el sueño;
técnicas de manejo del estrés;
ejercicios de respiración y/o meditación;
extensión;
masajes suaves;
aplicar calor a zonas sensibles;
ejercicios físicos de intensidad progresiva;
apoyo psicologico.