Preparación:
- Lava bien las berenjenas y los pimientos rojos. Colócalos en una bandeja para hornear y ásalos en el horno precalentado a 200°C durante aproximadamente 30-40 minutos, o hasta que la piel esté arrugada y se desprenda fácilmente.
- Retira las berenjenas y los pimientos del horno y deja que se enfríen un poco hasta poder manipularlos o con la ayuda de un tenedor, retírales la piel. Luego, córtalos en trozos pequeños.
- Cortamos los tomates en rodajas y lo ponemos en una olla a fuego medio, por aproximadamente 1 hora. Cuando estén tiernos, los procesaremos allí mismo con una licuadora de mano.
- Mientras la salsa sigue cocinándose, calienta en una sartén grande, la taza de aceite y añade los dientes de ajo y los chiles verdes picantes, previamente triturados y cocínalos hasta que estén dorados.
- Añade las berenjenas y los pimientos asados. Cocina a fuego medio-alto durante unos 30 minutos, o hasta que la salsa espese y los ingredientes estén bien mezclados.
- Agrega la sal, el azúcar y el vinagre. Mezcla bien.
Envasado
- Antes de envasar la salsa en frascos esterilizados, añade el perejil fresco picado y cocina a fuego lento durante 5 minutos adicionales.
- Llena los frascos con la salsa caliente, ciérralos con la tapa y ponlos boca abajo. Los frascos se ponen boca abajo, para crear un sellado al vacío. Al darles la vuelta, se crea una presión negativa en el interior que ayuda a asegurar el sellado hermético, lo que prolonga la conservación de la salsa de tomate y evita la entrada de aire y microorganismos.
¡Ahora tienes una deliciosa salsa de berenjena asada, pimiento y tomate que puedes disfrutar en cualquier temporada! Esta preparación casera te permite capturar la frescura y el sabor de los ingredientes de verano para disfrutarlos durante todo el año. ¡A disfrutar!