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- Activar la levadura:
- En un recipiente pequeño, mezcla la levadura seca con la taza de agua tibia y el azúcar.
- Deja reposar durante 10 minutos hasta que se forme espuma en la superficie.
- Preparar la masa:
- En un bowl grande, mezcla la harina con la sal.
- Añade la mezcla de levadura activada, 3 cucharadas de aceite de oliva, y mezcla hasta obtener una masa homogénea.
- Amasa durante 8-10 minutos hasta que la masa esté suave y elástica.
- Cubre el bowl con un paño y deja reposar la masa en un lugar cálido durante 1 hora, o hasta que duplique su tamaño.
- Preparar el relleno:
- En un recipiente, mezcla el queso feta desmenuzado, el queso mozzarella rallado y un poco de orégano. Ajusta la cantidad de orégano según tu gusto.
- Armar el pan:
- Una vez que la masa haya levado, divídela en porciones (dependiendo de cuántos panes quieras hacer).
- Estira cada porción de masa en forma de disco y coloca una porción generosa de la mezcla de quesos en el centro.
- Cierra la masa cuidadosamente, asegurándote de sellar bien los bordes para que el queso no se escape durante el horneado.
- Hornear:
- Precalienta el horno a 200°C (400°F).
- Coloca los panes en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino.
- Pincela cada pan con el aceite de oliva restante y espolvorea un poco más de orégano por encima.
- Hornea durante 20-25 minutos, o hasta que los panes estén dorados y crujientes.
- Servir:
- Deja enfriar un poco antes de servir. Este pan es perfecto para disfrutar caliente, con el queso derretido en su interior.
Consejos adicionales
- Variaciones de quesos: Puedes probar con otros quesos como ricotta o gouda para darle un toque diferente.
- Acompañamiento perfecto: Este pan combina muy bien con una ensalada griega o simplemente con aceite de oliva y hierbas como dip.
- Congelación: Si quieres disfrutarlo en otro momento, congela los panes antes de hornearlos y cocínalos directamente desde el congelador.