- Preparación de la mezcla base: En un bol grande, mezcla 10 g de azúcar, 10 g de levadura seca y 400 ml de leche tibia. Remueve bien hasta que todos los ingredientes estén completamente integrados.
- Incorporación de líquidos y yogur: Agrega 30 ml de aceite de oliva y 40 g de yogur a la mezcla. Remueve hasta que la mezcla sea homogénea.
- Adición de ingredientes secos: Añade 600 g de harina y 8 g de sal a la mezcla. Con la ayuda de una cuchara, mezcla los ingredientes hasta que obtengas una masa que empiece a unirse. Es importante añadir la harina de manera controlada, ya que la cantidad necesaria puede variar dependiendo de la calidad de la harina.
- Amasado: Una vez que la masa esté suficientemente unida, saca la cuchara y comienza a amasar con las manos. Amasa hasta obtener una masa suave y que no se pegue a las manos.
- Fermentación: Cubre la masa y déjala reposar hasta que doble su tamaño. Esto permitirá que el pan adquiera una textura esponjosa.
- Formado de las piezas: Una vez que la masa haya fermentado, retira el aire amasándola ligeramente y colócala sobre una superficie enharinada. Divide la masa en dos partes iguales y forma bolas.
- Formado y corte: Estira una de las bolas de masa con la ayuda de un rodillo, hasta obtener un círculo de aproximadamente 30 cm de diámetro. Procura que no quede ni muy grueso ni muy delgado. Luego, corta la masa con un molde, tupper o un plato.
- Preparación para hornear: Coloca las piezas de masa cortadas en una bandeja para hornear y deja reposar por 5 minutos.
- Horneado: Hornea en un horno precalentado a 250°C durante 6-7 minutos, o hasta que el pan esté bien cocido y dorado.
Una vez cocido, saca el pan del horno y disfruta de inmediato. Este pan es perfecto para acompañar el desayuno o cualquier comida.
Consejos
- Controla la harina: Siempre añade la harina de manera controlada para evitar que la masa quede demasiado seca.
- Tiempo de fermentación: Asegúrate de dejar que la masa fermente lo suficiente para lograr una buena textura.
- Horneado: No te pases de tiempo en el horno; con 6-7 minutos es suficiente para obtener un pan dorado y esponjoso.