Los lepismas son insectos primarios sin alas, cuyos antepasados no sabían volar. A diferencia de muchos insectos similares, ¡los lepismas pueden vivir casi en cualquier lugar donde haya gente!
Los lepismas requieren alta humedad (75-97%) y temperatura ambiente normal. Pueden alimentarse de una amplia variedad de alimentos, incluidos celulosa, quitina y almidón, y por lo tanto pueden comer de todo, desde pegamento hasta libros.
Además, los pececillos de plata son sorprendentemente resistentes. Sus pequeños cuerpos, de hasta 2 cm de largo, están cubiertos de escamas plateadas que se caen fácilmente al contacto, lo que permite que los pececillos de plata escapen de las redes y de los depredadores.
Curiosamente, los lepismas pueden regenerar partes del cuerpo perdidas en sólo 3 o 4 semanas. A diferencia de la mayoría de los insectos, continúan mudando después de alcanzar la madurez, realizando hasta 30 mudas por año, lo que les permite vivir hasta 3 años.
A pesar de su increíble vitalidad, los lepismas tienen sus debilidades. Tienen mandíbulas débiles, se mueven relativamente lento y son vulnerables a la hora de reconstruir sus defensas.
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