Este ingrediente elimina toda la suciedad del inodoro: es mucho más potente que el bicarbonato de sodio.

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Se obtiene así una tapa de inodoro blanca e higienizada. Por todos estos motivos, la lejía es una solución mucho más eficaz que el bicarbonato de sodio para limpiar los inodoros. De hecho, el bicarbonato de sodio es una sustancia alcalina y puede usarse para limpiar suavemente el asiento del inodoro.

Sin embargo, no alcanza la eficacia de la lejía cuando se trata de eliminar manchas de suciedad y cal rebeldes. Además, el bicarbonato de sodio no tiene las propiedades desinfectantes de la lejía y no puede eliminar bacterias y virus en la superficie de la tapa del inodoro.

Último detalle: la lejía permite obtener resultados efectivos con un solo producto. El bicarbonato de sodio, por el contrario, siempre debe combinarse con al menos un segundo ingrediente.

¿Cómo quitar la suciedad del inodoro con lejía?
Para utilizar lejía para limpiar la tapa del inodoro, se pueden seguir dos métodos. Si el asiento es de plástico y, por lo tanto, fácil de quitar, simplemente quítelo y sumérjalo en un lavabo o bañera.

Mezclamos un poco de agua con lejía en el inodoro o en la bañera. Para cantidades, seguimos las indicadas en la etiqueta del producto. Se deja la tapa en remojo en esta solución durante unos minutos. Cuando esté blanca estará lista para sacarla del agua.

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