- Hervir las alitas: Coloca las alitas en una olla con agua y hierve durante 4 minutos para pre-cocinar la carne.
- Preparación de la salsa: En una sartén, derrite la manteca y añade el ajo, las semillas de mostaza, la miel, el kétchup, el jugo de limón, la salsa de soja, y los tomates picados. Cocina a fuego lento durante 20 minutos con la tapa puesta.
- Freír las alitas: Luego de hervirlas, fríe las alitas en una sartén con un poco de aceite a fuego medio durante 7 minutos hasta que estén doradas y crujientes.
- Sazonar y servir: Mezcla las alitas fritas con la salsa preparada y sírvelas con una ensalada fresca de cebolla, pepino, y perejil, aderezada con jugo de limón y aceite de oliva.
Consejos Adicionales:
- Marinación Prolongada: Si tienes tiempo, deja marinar las alitas en la salsa durante al menos 2 horas antes de freírlas. Esto permitirá que los sabores se impregnen mejor en la carne.
- Uso de Especias Frescas: Considera usar especias frescas y molidas al momento para intensificar el sabor de las alitas.
- Acompañamiento de Salsa de Yogur: Sirve las alitas con una salsa de yogur con ajo y eneldo para un contraste refrescante.
- Temperatura del Aceite: Asegúrate de que el aceite esté a la temperatura adecuada antes de freír para evitar que las alitas absorban demasiado aceite y queden grasosas.
Siguiendo esta receta y aplicando estos consejos, tus alitas de pollo tendrán un sabor irresistible, superando incluso a las del restaurante más famoso.
¡Disfruta de un plato casero que dejará a todos sorprendidos!