1. Problemas Digestivos
Dormir del lado derecho puede dificultar la digestión. Nuestro estómago está ligeramente inclinado hacia la izquierda, lo que facilita que los ácidos estomacales se mantengan en su lugar cuando estamos acostados del lado izquierdo. Sin embargo, al dormir sobre el lado derecho, la gravedad juega en nuestra contra, favoreciendo el reflujo ácido y la acidez estomacal. Esto puede provocar molestias en personas con problemas digestivos crónicos como la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).
2. Aumento de la Presión en el Corazón
El corazón está ubicado principalmente en el lado izquierdo del cuerpo. Al dormir sobre el lado derecho, podrías aumentar la presión sobre el corazón, lo que podría afectar la circulación sanguínea. En personas con problemas cardiovasculares, esta posición podría agravar síntomas o generar incomodidad. Dormir del lado izquierdo, por otro lado, facilita el flujo sanguíneo al corazón y ayuda a reducir la presión arterial.
3. Impacto en el Sistema Linfático
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