Utilice únicamente mostaza seca, ya que la pasta de mostaza no es adecuada para este fin.
La forma más fácil:
Diluya 2-3 cucharaditas de mostaza seca con agua tibia hasta obtener la consistencia de una crema agria líquida. Moja tu cabello y frota la mezcla hasta las raíces, déjala actuar unos minutos y luego distribúyela fácilmente por toda la longitud del cabello, excluyendo las puntas secas. Enjuague bien después de un minuto para que la mostaza no fluya y limpie en profundidad el cabello desde la raíz hasta las puntas.
Para potenciar el efecto, puedes añadir a la mostaza una yema de huevo o unas gotas de aceite esencial, pero yo prefiero la opción más sencilla.
Después del lavado, aplica acondicionador en las puntas de tu cabello para mantenerlo hidratado.