Antes de iniciar el proceso de limpieza, es imprescindible probar el método elegido en una pequeña parte oculta del mueble. Esto ayuda a prevenir cualquier daño potencial a la superficie.
Método 1: alcohol isopropílico o desinfectante para manos
El alcohol isopropílico o el desinfectante para manos funcionan muy bien para la mayoría de las marcas de bolígrafos. Humedece un algodón o un paño con alcohol o desinfectante y frota suavemente la mancha. La tinta debería disolverse, lo que facilitará su eliminación.
Método 2: pasta de bicarbonato de sodio
Las manchas más rebeldes requieren una pasta de bicarbonato de sodio y agua. Crea una pasta mezclando bicarbonato de sodio y agua en un recipiente. Aplica la pasta sobre la mancha y frótala suavemente con un paño. La suave abrasividad del bicarbonato de sodio ayudará a levantar la tinta.
Método 3: Borrador mágico
También se puede utilizar un borrador mágico humedecido para frotar suavemente la mancha. Tenga cuidado de no frotar demasiado fuerte, ya que no querrás dañar el acabado de los muebles.
Método 4: agua y jabón para platos
Para manchas más claras, cree una solución mezclando jabón para platos suave y agua tibia. Sumerge una esponja en la solución, frota suavemente la mancha, enjuaga con agua limpia y seca bien.