A mediados de enero, los fanáticos de la realeza de todo el mundo quedaron en shock cuando Kate Middleton se sometió a lo que el Palacio de Kensington llamó una “operación abdominal planificada”. Al mismo tiempo, la Princesa de Gales decidió no divulgar detalles sobre su salud, lo cual es su derecho pero no ha sido bien recibido por los fanáticos y expertos de la realeza.
Además, el rey Carlos se sometió a un tratamiento por agrandamiento de la próstata y los médicos descubrieron que tenía cáncer. Afortunadamente, se anunció que el cáncer había sido detectado en una etapa temprana y se espera que la monarca recupere su plena salud en algún tiempo.
Con la Semana Santa acercándose, muchos creían que Kate Middleton pronto regresaría a sus deberes reales. Sin embargo, el 22 de marzo, poco después de publicar la foto del Día de la Madre, que se descubrió que había sido manipulada, Kate reveló que tenía cáncer.
La Princesa de Gales explicó que en el momento en que se sometió a la operación abdominal se pensó que no tenía cáncer y la operación fue un éxito. Sin embargo, durante los exámenes realizados después de la operación, los médicos notaron la presencia de cáncer.
Kate Middleton continuó: “Mi equipo médico me recomendó que me sometiera a quimioterapia preventiva y ahora me encuentro en las primeras etapas de este tratamiento. Por supuesto, esto fue un shock enorme, y William y yo hicimos todo lo posible para procesar y manejar esta situación en privado por el bien de nuestra joven familia”.