El perfume que tiré contenía un secreto que descubrí demasiado tarde

Mis manos temblaban cuando lo recogí.

Dentro había una nota escrita a mano que decía:

Sé que este perfume es temporal, pero el mes que viene te sorprenderé con el collar con el que siempre has soñado. Gracias por creer en mí, incluso cuando no lo digo lo suficiente. Eres mi regalo para siempre.

Me senté allí en el suelo, sosteniendo la botella y la nota contra mi corazón, mientras las lágrimas corrían libremente.

El perfume no era barato: simplemente había envuelto su amor en un humilde recipiente mientras ahorraba para algo más grande.

Pero el verdadero regalo no fue el collar.

Fue su consideración, su esfuerzo, su amor silencioso lo que no logré ver.

Ahora, mantengo la botella en mi mesa de noche, no como un recordatorio de lo que perdí, sino del amor que siempre estuvo ahí.

A veces, el valor de un regalo no está en el precio, sino en el corazón que hay detrás de él.

Y a veces sólo entendemos su valor cuando es demasiado tarde.

Leave a Comment