Estuve allí para celebrarlo.
Entonces me volví hacia él y le dije: “Lo que más importa hoy es tu futuro.
Trabajaste duro, te mantuviste amable y te convertiste en alguien que el mundo tendrá la suerte de tener”. El público escuchó atentamente, esperando algo dramático, pero solo ofrecí gratitud: a todos los que lo ayudaron a convertirse en quien fue.