Preparación
- Primero, lava las fresas y sécalas con una toalla. Retira la base de la flor y corta las fresas por la mitad.
Luego mezcle las fresas con el azúcar en la fuente para horno. Pon el horno a 160°C de temperatura superior/inferior. Coloca el molde en el horno (en el centro) y asa las fresas durante 60 minutos. Mezclar después de 30 minutos. - Las fresas estarán listas cuando el jugo se haya reducido a un almíbar espeso. Vierte las fresas en el vaso de la licuadora y licúalas finamente con una batidora de mano.
Vierte el puré de fresa en un bol y déjalo enfriar. Luego enfríe completamente en el refrigerador durante aproximadamente 1 hora. Agrega la leche condensada a las fresas y bate hasta que quede esponjosa con las varillas de una batidora de mano durante 2 minutos. - A continuación, bata la nata en otro bol durante unos 3 minutos hasta que esté firme. Agrega 2 cucharadas de crema a la mezcla de fresas e incorpora con cuidado.
Agrega otras 2 cucharadas de crema a la mezcla de fresas.
Agrega el resto de la nata e incorpórala suavemente. - Ahora vierte la mezcla de helado en un recipiente para congelar y extiéndela uniformemente. Utilice una espátula de cocina para liberar suavemente las burbujas de aire atrapadas aplicando una ligera presión sobre la superficie.
Se pueden formar cristales de hielo en las burbujas de aire atrapadas y destruir la cremosidad del helado.
Coloca el molde en el compartimento de hielo y déjalo enfriar durante 12-18 horas. Si lo refrigeras por más tiempo, el helado se volverá más firme y necesitarás dejar que se ablande un poco a temperatura ambiente durante 3-5 minutos. Disfrute de su comida