Las patatas fritas son una parte esencial de la cocina, ya sea como comida o guarnición. Sin embargo, puede resultar difícil controlar su untuosidad. Afortunadamente, existe una forma infalible de garantizar que las patatas fritas queden crujientes y tiernas sin tener que sumergirlas en aceite. Descubre nuestros consejos para elegir las patatas adecuadas y cocinarlas a la perfección.
Las hamburguesas, los filetes, los mejillones y los asados saben mejor con patatas fritas, pero es importante asegurarse de que estén bien cocinados. Por suerte, tenemos un consejo que te ayudará a asegurarte de que tus patatas fritas salgan perfectas en todo momento.
Empieza por elegir bien tus patatas.
Antes de pasar a cocinar, es fundamental tener en cuenta la calidad de tu tubérculo. De hecho, hay multitud de variedades en el mercado y no siempre es fácil encontrar la que se adapta perfectamente a tus patatas fritas. Para obtener un buen resultado y favorecer una buena materia prima, lo ideal es optar por patatas Bintje.
La patata Charlotte es fácilmente identificable por su color amarillento, su forma redonda u ovalada y su textura harinosa. Es interesante por su alto contenido en almidón, que al cocinarlo produce una corteza crujiente. Aunque la patata Charlotte se puede utilizar para hacer patatas fritas, es más adecuada para cocinar al vapor.
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