El ajo es conocido por sus propiedades prebióticas, que promueven el crecimiento de bacterias buenas en el sistema digestivo. En teoría, tirar un diente de ajo por el inodoro podría permitir que estos compuestos activos lleguen a las tuberías de alcantarillado, creando un ambiente que promueve la salud intestinal. Sin embargo, es fundamental señalar que falta evidencia científica directa sobre este método específico.
3. Lucha contra las infecciones
Los defensores de esta práctica también argumentan que el ajo, debido a sus propiedades antimicrobianas, puede ayudar a prevenir infecciones. Al crear un ambiente donde los compuestos activos del ajo entran en contacto con el agua, algunos creen que puede ayudar a eliminar las bacterias en las tuberías y reducir el riesgo de posibles infecciones.