Lo primero que debes hacer es pasar la lengua por toda la superficie de una cuchara de metal. Después de humedecerla, guarda la cuchara en una bolsa de plástico, preferiblemente transparente, y expóngala a una luz intensa y directa, como la luz solar o una lámpara. Deja la cuchara así durante 1 minuto.
Una vez transcurrido el tiempo, saca la cuchara de la bolsa y obsérvala. Si la cuchara está limpia, sin manchas de colores ni aromas desagradables, es señal de que tu saliva y órganos internos están bien. Sin embargo, si notas alguna señal sospechosa, lo mejor es consultar este otro listado a continuación.