Aunque muchas personas recurren al Botox o a tratamientos con colágeno para combatir los efectos del envejecimiento, un sustituto sorprendentemente eficaz, el café, se está abriendo camino en cada vez más cocinas. Un componente poderoso de cualquier régimen de cuidado de la piel, las propiedades reafirmantes inherentes del café y la abundancia de antioxidantes lo convierten en una opción ideal para reducir la visibilidad de las líneas finas y las arrugas.
¿Qué hace que el café sea especial?
Los radicales libres son esas molestas moléculas que aceleran el proceso de envejecimiento. Los antioxidantes como las melanoidinas y los ácidos clorogénicos abundan en el café y ayudan a combatirlos. El aumento del flujo sanguíneo causado por la cafeína en el café también puede contribuir a la salud y luminosidad de la piel. Además, los posos de café finamente molidos son excelentes para exfoliar la piel, resaltando la nueva y suave capa de piel que se encuentra debajo.
Recetas fáciles para el cuidado de la piel con café
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