- Corta el queso en cubos pequeños y colócalo en el congelador durante 30 minutos.
- Batir el aceite de oliva, la crema agria, la mostaza y el queso en una licuadora.
- Agrega leche si es necesario para lograr la consistencia deseada.
- Agrega las finas hierbas y el orégano.
- Refrigere antes de servir.