Preparar las carrilleras:
Limpia las carrilleras de cerdo, eliminando cualquier exceso de grasa.
Sazona con sal y pimienta al gusto.
En una cazuela grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio-alto.
Dora las carrilleras por ambos lados hasta que estén bien selladas. Retira y reserva.
Cocinar las verduras:
En la misma cazuela, añade las cebollas, zanahorias y ajos picados.
Cocina a fuego medio hasta que las verduras estén doradas y tiernas.
Añade el vino tinto y lleva a ebullición, raspando los restos dorados del fondo de la cazuela. Cocina hasta que el vino se reduzca a la mitad.
Cocción a fuego lento:
Devuelve las carrilleras a la cazuela y añade el caldo de carne, las hojas de laurel, el tomillo y el romero.
Lleva a ebullición, luego reduce el fuego y tapa la cazuela.
Cocina a fuego lento durante 2-3 horas, o hasta que las carrilleras estén muy tiernas y se deshagan fácilmente con un tenedor. Remueve ocasionalmente y añade más caldo si es necesario.
Finalización:
Una vez cocidas, retira las carrilleras y cuela la salsa para eliminar los sólidos.
Si la salsa está demasiado líquida, cocina a fuego medio hasta reducirla y espesarla a tu gusto.
Devuelve las carrilleras a la cazuela con la salsa reducida y cocina por unos minutos más para que absorban los sabores.
¡A disfrutar! 
Sirve las carrilleras calientes, acompañadas de puré de patatas, arroz o una ensalada fresca. Decora con unas ramitas de tomillo o romero fresco para darles un toque final. ¡Buen provecho! 
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