Alistar todos los ingredientes para la tarta de fresas.
En un tazón mezclar con la yema de los dedos la harina y la mantequilla (cortada en cubos y fría), hasta forma migas finas.
Agregar el azúcar glass a la mezcla y seguir removiendo con los dedos.
Añadir la yema de huevo y mezclar hasta formar una masa suave, si es necesario agregar un poco de agua.
Envolver la masa en papel film y refrigerar durante 1 hora. Si deseas realizar la masa quebrada sin gluten, ¡consulta nuestra receta!
Estirar la masa con un rodillo, disponer en el molde, pinchar la base con un tenedor, cubrir con papel parafinado, agregar contrapeso (como por ejemplo legumbres) y llevar al horno a 180°C durante 20 minutos.
Sacar del horno, retirar el contrapeso, los sobrantes de la masa de los bordes y hornear 5 minutos más. Transcurrido ese tiempo, disolver la mermelada de fresa en 1 cucharada de agua y untar la base de la tarta.
Para la crema pastelera, en un tazón mezclar la yema de huevo, el huevo, el azúcar pulverizada y la fécula de maíz. Poner a hervir la leche con la esencia de vainilla, retirar del fuego cuando empiece a burbujear y agregar la leche caliente a la mezcla de huevo, batir todo el tiempo. Regresa la crema a la olla a fuego medio, revolviendo constantemente, cuando la mezcla esté espesa bajar el fuego y cocinar 3 minutos más. Agregar la crema a un tazón, cubrir con papel film para evitar que se haga una capa.
Volcar la crema pastelera en el molde donde tenemos la masa quebrada untada con mermelada, esparcir bien. Disponer las fresas cortadas en láminas sobre la crema.
Pincelar las fresas con la mermelada, deslmodar la tarta de fresas cuando esté bien cuajada y consumir el mismo día, aunque se puede mantener refrigerada 1 noche