Cuando cocino esto, el lugar siempre huele fantástico. Siempre es un éxito.
Precalienta el horno a 200 °C (400 °F).
Pela las remolachas y córtalas en rodajas finas, deteniéndose a unos 60 mm del fondo para que la remolacha permanezca intacta. Un truco fácil es colocar palillos chinos a cada lado de la remolacha para evitar cortarla por completo. Coloca
las remolachas en una bandeja para hornear y rocíalas con aceite de oliva. Espolvorea con sal y pimienta.
Asa las remolachas en el horno precalentado durante unos 50 a 60 minutos, o hasta que estén tiernas y ligeramente crujientes en los bordes.
Mientras se asan las remolachas, prepara el aderezo de eneldo fresco. En un tazón pequeño, combina el eneldo picado, el yogur griego, el jugo de limón, la miel y el ajo picado. Mezcla bien.
Retira las remolachas del horno y déjalas enfriar un poco. Rocía el aderezo de eneldo fresco por encima antes de servir.
Variaciones y consejos ¡
Siéntete libre de ser creativo con el aderezo! Puedes sustituir el yogur griego con crema agria para un sabor más ácido o usar aguacate para una opción vegana. También puedes probar a añadir un chorrito de vinagre de sidra de manzana al aderezo de eneldo para darle un toque extra. Si prefieres un poco de picante, espolvorea unas hojuelas de pimiento rojo triturado sobre el plato terminado. Para lograr un sabor más herbáceo, mezcla un poco de perejil fresco o menta con el eneldo.