Con el tiempo y el desgaste, los colchones acaban manchándose. El revestimiento que las recubre, como cualquier superficie protectora, está sujeto al desgaste producido por el contacto humano. Ya sea suciedad o sudor, orina, vómito u otras sustancias, estas manchas amarillentas tienden a quedarse incrustadas en los colchones.
Incluso si limpias tu colchón con frecuencia, no siempre es fácil eliminar estas manchas rebeldes. Por eso, existe un método sencillo para limpiar profundamente y refrescar su colchón utilizando el ingrediente de cocina más común: el bicarbonato de sodio.