Enjuague los limones con agua fría y séquelos.
Para desinfectar, sumérjalo en vinagre de manzana durante un minuto.
Colocar en el congelador durante 12 horas (durante la noche).
Por la mañana, ralla todo el limón congelado, incluida la pulpa, la piel y las semillas.
Coloca la mezcla obtenida en una bandeja para helado y colócala en el congelador.
¡Usa cubitos de hielo de limón congelados cuando quieras y disfruta de los beneficios de este remedio natural!