Las hojas de las zanahorias son finas y suaves, y bien picadas casi parecen más una hierba fresca que una verdura.
Se pueden incluir en varias preparaciones, por ejemplo: usando pequeñas porciones como si fuera perejil. En las recetas de salsa verde, en las tortillas o en marinadas.
Es muy popular en redes la receta de salsa pesto sustituyendo la albahaca por hojas de zanahoria picadas, ya sea total o parcialmente. También va muy bien para aromatizar aceites y preparar mantequillas de hierbas, combinándola con otras. Y, cómo no, se pueden añadir a sopas, caldos y zumos verdes.
La piel de la cebolla
Aunque sintamos rechazo, sin duda añade mucho más sabor y aroma a nuestros caldos y fondos. Además potencia el color dorado que los hace más apetecibles.
Es interesante mezclar bien picada la piel de la cebolla con un rebozado, siendo ideal para hacer los aros de cebolla fritos. Hasta se pueden deshidratar cuando están más secas en el horno, se pueden pulverizar al agregar en sopas o salsas. También se puede aromatizar las masas de pan o galletitas saladas.
La cáscara de las papas
Otra hortaliza para aprovechar la piel o cáscara de estos tubérculos tenemos la opción más sencilla, con tan solo añadirla a un caldo o fondo, podemos convertirla en un picoteo crujiente muy rico.
La mejor forma es hornear las cáscaras o piel de las papas, muy bien lavadas y sin partes verdes, lo llevamos a horno de 200º C. Previamente las preparamos en una bandeja para horno, añadiendo aceite necesario, sal y otras especias a gusto, le damos cocción hasta que doren y estén crujientes.
Otro método sencillo es freír, quedarán como un snack muy adictivo que obviamente puede consumirse solo o combinadas con queso o el aderezo que más nos guste.
Los tallos de las espinacas
Seguramente estamos acostumbrados a la comodidad de comprar las espinacas en bolsa, lavadas y ya listas para utilizarse. Sin embargo, traen juntos a estos manojos los tallos que se pueden aprovechar bien.
Lo mismo sucede con las acelgas, no solo las hojas de las espinacas son comestibles, toda su parte inferior es igualmente rica y nutritiva. Además son tiernas y suaves para consumir.
Podemos cocinarlas por separado, con tan solo cortar a cuchillo y se reservan las hojas aparte, separamos el extremo o parte de la raíz y mantener los tallos intactos. Cuando ya estén súper limpios, podemos cocinarlos a vapor o en agua directamente durante algunos minutos y después saltearlos como más nos guste.