La solución más sencilla para una ausencia de 2-3 días.
Simplemente consiste en coger un platillo y llenarlo con unos centímetros de agua. Luego coloca tu maceta en él.
Mientras estás fuera, la planta absorberá el agua que necesita directamente del platillo.
Precaución: No utilices este método si estarás fuera por períodos prolongados, ya que algunas plantas pueden absorber demasiada agua y sus raíces pueden pudrirse.
AGUA CON BOTELLA PERFORADA
Coge una botella de plástico y haz 6 pequeños agujeros en su superficie: 3 en los laterales y 3 más en la base.
Llénalo con agua, séllalo con una tapa y entiérralo en la tierra de tu planta.
De esta forma, la planta irá tomando el agua contenida en la botella poco a poco, en función de sus necesidades de hidratación.
En caso de ausencia prolongada
En caso de vacaciones largas, aquí tienes otros remedios para regar las plantas.
LA PUNTA DE ALGODÓN
Para una ausencia de hasta 10 días, puedes optar por la punta de hilo de algodón. Consigue un jarrón o palangana y llénalo con agua a temperatura ambiente.
A continuación, consigue un poco de hilo (no demasiado fino) o cordón de algodón o nailon. Coloque un extremo en el frasco lleno de agua.
El otro extremo, en cambio, hay que colocarlo en la maceta de la planta que se quiera regar, enterrado unos centímetros.
De esta forma, la planta “beberá” el agua que necesita gracias al cordón de algodón.
INSTALE UNA BOTELLA DADA LA VUELTA
Una de las soluciones fáciles y económicas para regar tus plantas mientras estás fuera es utilizar una botella de agua, más grande o más pequeña dependiendo de la duración de tus vacaciones.
Tendrás que hacer un pequeño agujero en el tapón, llenar la botella y plantarla boca abajo en el suelo para un riego continuo.
De esta forma la planta tomará agua directamente de la botella, ya que la tierra permanecerá constantemente húmeda
