6- Una vez que le damos forma de bola a cada albóndiga, la cubrimos de harina bien parejo y por todos sus lados, pero sin excedentes.
7- Mientras tanto, vamos a ir calentando suficiente aceite en un sartén hondo para freír las albóndigas.
8- Con respecto a la salsa de tomate, una forma fácil y rápida de hacerla es utilizando una licuadora echamos algunos tomates y un poco de agua, la licuamos y procuramos que quede algo espesa.
9- Inmediatamente lo volcamos en una cacerola más chica y la ponemos a calentar durante unos 10 minutos aproximadamente, sin olvidarnos de agregar sal a gusto y condimentos a gusto también. Reservamos.
10- Recordemos mientras se cocina la salsa, podemos freír las albóndigas cuando el aceite esté en su punto justo y a medida que se fríen las acomodamos en una bandeja con papel absorbente.
11- Para terminar, podemos emplatar un par de albóndigas y por encima le esparcimos la salsa de tomate a gusto, además de agregar una guarnición de puré, arroz o lo que más nos guste para acompañar.
¡Listas para servir y degustar de estas sabrosas Albóndigas caseras!
Trucos y Consejos
- Recordemos que una vez que tengamos las albóndigas cocidas o fritas, se pueden embeber en la salsa también, queden más sabrosas aún y luego llevarlas al plato.
- Si estamos pensando en congelar las albóndigas, podemos hacer 2 cosas: La primera, es cuando ya la tenemos pasadas por harina a cada albóndiga, guardarlas en una bandeja con papel film.
La segunda, es una vez que freímos todas las albóndigas y luego que se enfríen, para guardarlas las colocamos en una bolsa de clip o hermética.