- Preparar la mezcla: En un recipiente, combina el bicarbonato de sodio con el peróxido de hidrógeno. Si deseas un aroma agradable, añade de 5 a 10 gotas de aceite esencial de lavanda y mezcla bien hasta obtener una pasta homogénea.
- Aplicar la pasta: Ponte los guantes desechables para proteger tus manos. Usa el cepillo de dientes viejo o la esponja para aplicar la pasta sobre las juntas de los azulejos, cubriendo bien las áreas oscuras o con moho.
- Dejar actuar: Deja que la mezcla repose sobre las juntas durante 15-20 minutos. Este tiempo permitirá que el peróxido de hidrógeno actúe, desinfectando y blanqueando la zona, mientras que el bicarbonato ayuda a desprender la suciedad.
- Cepillar y enjuagar: Después del tiempo de reposo, frota las juntas con el cepillo para eliminar la suciedad. Luego, enjuaga con agua tibia y seca con un paño limpio.
Consejos adicionales para mantener las juntas limpias:
- Repite el proceso regularmente: Para evitar la acumulación de moho y suciedad, es recomendable limpiar las juntas cada dos o tres meses. Si vives en un lugar muy húmedo, aumenta la frecuencia.
- Utiliza un sellador de juntas: Después de la limpieza, aplica un sellador transparente para proteger las juntas y evitar que la humedad penetre. Esto ayudará a mantenerlas en buen estado por más tiempo.
- Mejora la ventilación del baño: Mantén el baño bien ventilado para reducir la acumulación de humedad, la cual es propensa a generar moho. Usa un extractor de aire o deja la ventana abierta después de las duchas.
- Limpieza diaria ligera: Tras cada ducha, pasa un paño seco por los azulejos y las juntas para eliminar el exceso de agua. Esto evitará que las manchas se formen y se acumulen.
Con esta mezcla económica y los consejos adicionales, podrás mantener las juntas de los azulejos de tu baño limpias, blancas y en excelente estado sin necesidad de recurrir a productos costosos.
