Coloca la masa en un recipiente ligeramente engrasado, cúbrelo con un paño limpio y húmedo, y deja reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que la masa haya duplicado su tamaño.
Una vez que la masa haya duplicado su volumen, vuelve a amasar ligeramente para liberar el exceso de aire.
Dale forma a la masa según tus preferencias: ya sea una hogaza redonda, una barra larga o utilizando moldes para pan.
Coloca la masa en una bandeja para hornear ligeramente enharinada, cúbrelo con un paño limpio y húmedo, y deja reposar nuevamente durante unos 30-45 minutos, hasta que haya vuelto a aumentar de tamaño.
Mientras tanto, precalienta tu horno a 220°C (425°F). Si lo deseas, haz cortes en la parte superior de la masa con un cuchillo afilado antes de hornear.
Hornea el pan en el horno precalentado durante unos 20-25 minutos, o hasta que esté dorado en la parte superior y suene hueco al golpearlo ligeramente en la parte inferior.
Retira el pan del horno y déjalo enfriar sobre una rejilla antes de cortarlo. ¡Disfruta de tu delicioso pan casero!
Recomendaciones
Asegúrate de que los ingredientes, especialmente el agua y la levadura, estén a temperatura ambiente antes de comenzar. Esto ayudará a activar la levadura de manera adecuada y promoverá un mejor desarrollo de la masa.
Después de amasar, deja reposar la masa en un lugar cálido y sin corrientes de aire. Esto permite que la levadura fermente y la masa se desarrolle adecuadamente. El tiempo de reposo puede variar, pero generalmente es de 1 a 2 horas, o hasta que la masa haya duplicado su volumen.