- Preparar los tomates:
- Lava los tomates cherry y córtalos por la mitad. Con la ayuda de una cuchara pequeña, retira cuidadosamente la pulpa para crear un espacio para el relleno.
- Reserva la pulpa en un bowl.
- Preparar el relleno:
- Mezcla en un recipiente el pan rallado, el parmesano rallado, las hojas de albahaca finamente picadas, el ajo picado, sal y pimienta al gusto.
- Agrega un chorrito de aceite de oliva virgen extra para dar humedad y mezcla bien.
- Rellenar los tomates:
- Rellena cada mitad de tomate con la mezcla de pan rallado, presionando ligeramente para que el relleno quede compacto.
- Cocinar los tomates:
- Calienta una sartén a fuego medio con un chorrito de aceite de oliva.
- Coloca los tomates rellenos en la sartén con el relleno hacia arriba. Cocina por 3-5 minutos hasta que los tomates estén ligeramente tiernos.
- Preparar el glaseado balsámico:
- En una sartén pequeña, mezcla el vinagre balsámico, el agua y el azúcar de caña. Cocina a fuego medio, removiendo constantemente, hasta que la mezcla reduzca y adquiera una textura espesa y brillante.
- Montar el plato:
- Retira los tomates de la sartén y colócalos en un plato de presentación. Rocía el glaseado balsámico por encima para darles un toque agridulce irresistible.
Consejos adicionales:
- Variedad de quesos: Puedes sustituir el parmesano por pecorino o añadir un poco de queso mozzarella rallado para un toque extra cremoso.
- Versión crujiente: Agrega frutos secos triturados, como almendras o nueces, al relleno para un contraste de texturas.
- Acompañamiento perfecto: Sirve con una ensalada fresca o sobre una tostada crujiente para un aperitivo gourmet.
- Guarda el glaseado: Si sobra glaseado balsámico, consérvalo en un recipiente hermético para usarlo en otras recetas.
¡Disfruta de esta receta sencilla y llena de sabor que encantará a todos!