Comenzamos en un plato hondo mezclando el vino rebajando con un poco de agua.
En un bol, batimos la crema hasta lograr que quede a medio punto.
Por otro lado, mezclamos la crema con el dulce de leche y la esencia de vainilla, hasta que veamos que se haya formado una crema de consistencia media.
Comenzaremos a colocar las vainillas, para esto las humedecemos y ubicamos en el molde hasta formar la base de nuestro postre.
Arriba va la mitad de la crema y también ya podemos ir colocando las nueces, almendras, etc.
En la capa final, arriba de lo anterior, colocamos vainillas humedas y volvemos a taparlas con el resto de la crema.
La decoración la dejamos a la imaginación tuya.
Un consejo! dejar en la heladera toda la noche, que repose y al día siguiente a disfrutarlo 😉