- En un bol grande, mezclá la carne picada con el pan rallado, las cebollas ralladas, el perejil picado, el huevo, sal y pimienta. Amasá con las manos hasta obtener una mezcla uniforme y consistente.
- Extendé la mezcla de carne sobre un papel para hornear formando un rectángulo de grosor parejo.
- Cubrí la carne con las fetas de jamón y queso, y colocá los huevos duros en línea recta por el centro del rectángulo.
- Con cuidado, enrollá la carne utilizando el papel para hornear como guía, asegurándote de que los huevos queden en el centro del rollo. Cerrá bien los extremos para evitar que el relleno se salga al cocinar.
- En una bandeja para horno, distribuí las verduras troceadas y rocialas con un poco de aceite. Colocá el pastel de carne encima de las verduras.
- Mezclá el puré de tomate con un poco del caldo de carne y vertelo sobre el pastel. Llevá la bandeja al horno precalentado a 180 °C. Cociná durante 60 a 75 minutos, bañando ocasionalmente el pastel con el caldo restante para mantenerlo húmedo y sabroso.
- Para el toque final, combiná el pan rallado con la manteca derretida y el perejil picado. Espolvoreá esta mezcla sobre el pastel durante los últimos 15 minutos de cocción para que quede con una costra dorada y crujiente.
- Retirá del horno y dejalo reposar por 10 minutos antes de cortarlo. Serví en rodajas acompañado de las verduras horneadas y el jugo de la cocción como salsa.
Consejos para un pastel inolvidable:
Variación del relleno:
- Podés sumar espinaca salteada, champiñones o hasta un toque de queso crema para innovar.
Conservación:
- Prepará el pastel con anticipación y congelalo antes de hornearlo para disfrutarlo cuando quieras.
Acompañamiento:
- Serví con una salsa de mostaza y miel o un gravy casero para realzar aún más los sabores.
Este pastel de carne es un homenaje a esas recetas que nos llenan de recuerdos y sabor en cada bocado. ¡Deleitate con su magia casera!