- Comienza procesando la carne hasta obtener una masa homogénea.
- Añade la harina, la pimienta negra, la sal, el cilantro y, por supuesto, el pimentón, que le dará ese característico color rosa.
- Una vez mezclados, deberás conseguir una masa de textura suave. Dale forma cilíndrica a la mortadela, enrollándola con cuidado.
- Cubre la mortadela con la tela y utiliza el hilo para atarla, asegurando que quede bien compacta y sin burbujas de aire.
- Coloca la mortadela en una olla con agua y déjala hervir durante aproximadamente una hora. Es crucial que esté bien comprimida para que conserve su forma y textura durante la cocción.
- Una vez cocida, retírala del agua y déjala enfriar a temperatura ambiente.
Consejos:
- Tipo de carne: Experimenta con diferentes carnes como ternera o pollo, pero la de cerdo suele dar el mejor sabor.
- Sazonado: Puedes añadir condimentos adicionales como ajo en polvo o nuez moscada para variar el sabor.
- Conservación: Una vez cocida, refrigera la mortadela y consúmela dentro de 3-4 días.
Una vez fría, ya estará lista para cortarla y disfrutarla de la manera que más te guste.
Ya sea en rebanadas gruesas para una picada o más finas para un delicioso sándwich. ¡Disfruta de tu mortadela casera!