Preparar la masa:
- En la licuadora: Coloca los huevos, la leche, el aceite y la pizca de sal. Licúa por 30 segundos hasta integrar bien.
- Agregar la harina: Añade poco a poco la harina leudante mientras licúas en intervalos cortos para evitar grumos. La masa debe quedar suave y algo líquida.
Cocinar el relleno:
- En una sartén, calienta un chorrito de aceite de oliva.
- Sofríe la cebolla, el ajo y el pimiento hasta que estén tiernos.
- Agrega el pollo desmenuzado, el pimentón dulce, sal y pimienta. Mezcla bien y cocina por unos minutos.
- Incorpora la crema de leche o queso crema para darle cremosidad al relleno. Retira del fuego y deja enfriar.
Montar la tarta:
- Precalienta el horno a 180°C (350°F).
- Engrasa un molde redondo para tarta.
- Vierte la mitad de la masa en el molde, distribuyéndola de manera uniforme.
- Coloca el relleno de pollo sobre la masa, asegurándote de cubrir toda la superficie.
- Cubre el relleno con el resto de la masa, vertiéndola cuidadosamente.
Hornear:
- Lleva el molde al horno precalentado y hornea por 30-40 minutos, o hasta que la masa esté dorada y firme al tacto.
- Retira del horno y deja enfriar unos minutos antes de servir.
Consejos adicionales:
- Personaliza el relleno: Si quieres variar el sabor, puedes añadir champiñones, espinacas o maíz dulce al relleno de pollo. Estas combinaciones aportan un toque especial.
- Aromatiza la masa: Para darle un giro más gourmet, agrega hierbas secas como orégano, perejil o tomillo a la masa. Esto le dará un aroma irresistible al hornearse.
- Prueba con otros quesos: Un queso más intenso como el parmesano o el provolone puede elevar el sabor de la tarta.
Con estos consejos adicionales, tu tarta no solo será deliciosa, sino que también se adaptará a tus necesidades y preferencias. ¡Manos a la obra y a disfrutar!