- Calienta la leche hasta que esté tibia, no caliente. Agrega la levadura y revuelve hasta que se disuelva por completo. Deja reposar unos minutos para que se active.
- En un tazón grande, coloca 800 g de harina y haz un hueco en el centro. Vierte la mezcla de leche y levadura en el hueco. Incorpora gradualmente la harina desde los bordes hacia el centro. Este método permite una mejor absorción de líquidos.
- En el centro de la mezcla, agrega los huevos, la manteca derretida, el azúcar, la esencia de vainilla, la sal y la cucharada de vinagre. Este es el secreto que hará que tus panificados, exploten de esponjosos.
- Comienza a mezclar todos los ingredientes. Amasa la mezcla en una superficie enharinada hasta obtener una masa suave y elástica. Este proceso puede llevar unos 10-15 minutos.
- Incorpora las pasas en la masa y continúa amasando hasta que estén distribuidas uniformemente.
- Coloca la masa en un tazón engrasado, cúbrelo con un paño húmedo y deja reposar en un lugar cálido hasta que duplique su tamaño.
- Forma tus panes, bollos o lo que desees hornear. Deja que la masa repose nuevamente antes de hornear.
- Lleva el pan a horno precalentado en unos 180°C por 35 minutos, pincha con un palillo para asegurarte de que ya esta listo.
- ¡Disfruta del aroma y sabor que solo el truco de la abuela puede brindar!
Con este truco de la abuela, tu masa se transformará en un deleite esponjoso que hará las delicias de todos. ¡Sigue estos pasos y sorprende a tu familia con panes irresistiblemente esponjosos!