Preparación
- En un bol grande, mezclar la harina con la sal. Hacer un hueco en el centro y verter el agua fría y la manteca derretida. Mezclar con una cuchara de madera hasta formar una masa.
- Pasar la masa a una superficie ligeramente enharinada y amasar durante unos 10 minutos hasta que esté suave y elástica. Formar una bola, envolver en papel film y refrigerar por 30 minutos.
- Colocar la manteca fría entre dos hojas de papel manteca y golpearla suavemente con un rodillo hasta que tenga un grosor de aproximadamente 1 cm. Darle forma rectangular y refrigerar.
- Estirar la masa en forma de rectángulo, asegurándose de que el tamaño sea el doble del tamaño de la manteca. Colocar la manteca en el centro de la masa y doblar los extremos hacia el centro, cubriendo completamente la manteca.
- Estirar la masa nuevamente en forma de rectángulo y realizar el primer pliegue simple (doblar en tercios, como si fuera una carta). Refrigerar por 30 minutos.
- Repetir el proceso de estirar y plegar dos veces más, refrigerando la masa por 30 minutos entre cada pliegue. Este proceso crea las capas características del hojaldre.
- Después del último pliegue y refrigeración, estirar la masa a un grosor de 0.5 cm. Cortar en rectángulos y hacer pequeños cortes en la superficie para permitir que el vapor escape durante el horneado.
- Precalentar el horno a 200°C. Colocar los rectángulos de hojaldre en una bandeja para horno y hornear durante 15-20 minutos o hasta que estén dorados y crujientes.
Consejos:
- Temperatura de la manteca: Es importante que la manteca esté fría durante todo el proceso de laminado para que no se mezcle con la masa.
- Descansos en la heladera: No te saltees los tiempos de refrigeración, ya que son esenciales para obtener un hojaldre bien definido y crujiente.
- Variaciones: Podés rellenar los hojaldres con dulce de leche, crema pastelera o incluso jamón y queso para una versión salada.
Hacer hojaldre en casa puede parecer un desafío, pero con esta receta y un poco de paciencia, lograrás un resultado espectacular.
El hojaldre triple crujiente es perfecto para cualquier ocasión, ya sea para una merienda, un desayuno especial o como base para tus recetas de pastelería favoritas.
¡Anímate a probar esta receta y disfruta de la magia del hojaldre casero!
