- Mezcla inicial: En un tazón grande, combina la levadura seca, el polvo de hornear, el azúcar y el vinagre. Agrega los dos vasos de leche tibia y mezcla bien.
- Agregar ingredientes líquidos: Añade el vaso de aceite y los dos huevos (recordando separar la yema de uno para usarla más tarde). Agrega también la sal y mezcla bien todos los ingredientes.
- Incorporar la harina: Poco a poco, añade las seis tazas de harina de trigo, mezclando constantemente. Asegúrate de añadir la harina de manera controlada para evitar grumos y para que la masa no quede demasiado densa.
- Amasar: Amasa bien la mezcla hasta obtener una masa suave y que no se pegue a las manos. Este paso es crucial para conseguir la textura deseada.
- Fermentar la masa: Engrasa un bol grande y coloca la masa en él. Cubre el bol con un paño limpio y deja que la masa repose durante 40 minutos para que fermente y doble su tamaño.
- Desgasificar y dar forma: Después de la fermentación, golpea ligeramente la masa para quitar el aire. Extiende la masa en forma rectangular y unta mantequilla suavizada sobre ella. Dóblala como se muestra en el video y úntala con más mantequilla. Deja reposar por otros 20 minutos.
- Cortar y hornear: Pasados los 20 minutos, extiende nuevamente la masa en forma rectangular y córtala en tiras de aproximadamente dos pulgadas de ancho. Forma cada tira como se indica en el video y colócalas en una bandeja de horno forrada con papel de hornear.
- Glasear y hornear: Mezcla la yema de huevo reservada con una cucharada de leche y unta esta mezcla sobre las piezas de masa. Hornea en un horno precalentado a 180 grados hasta que estén doradas y esponjosas.
Consejos
- Controlar la harina: Es importante añadir la harina poco a poco para asegurarse de que la masa tenga la consistencia adecuada y no quede demasiado seca.
- Fermentación adecuada: No omitas los tiempos de reposo de la masa, ya que estos son esenciales para conseguir una textura esponjosa y aireada.
- Untar bien la mantequilla: No escatimes en la cantidad de mantequilla, ya que esto contribuirá a la textura laminada y el sabor delicioso de la açma.
Esta receta del pan turco conocido como Kat Kat Açma es perfecta para disfrutar en cualquier momento del día, ya sea en el desayuno, como merienda o para acompañar tus comidas. La combinación de ingredientes simples y el proceso de preparación dan como resultado un pan esponjoso y sabroso que seguro se convertirá en un favorito en tu hogar. ¡Anímate a probar esta receta y sorprende a todos con tus habilidades culinarias!
