Preparar los limones: Corta y exprime los limones. Ralla uno para la ralladura.
Jugo y ralladura: Reserva 120 ml de jugo y la ralladura.
Mezclar: En una cacerola, combina agua, jugo de limón y azúcar. Calienta hasta disolver el azúcar.
Espesar: Disuelve la maicena en agua y agrégala a la mezcla, cocinando hasta que espese.
Agregar yemas y leche condensada: Templa las yemas y agrégalas a la cacerola junto con la leche condensada y la ralladura.
Cocinar: Cocina hasta obtener una consistencia de mousse.
Enfriar: Enfría la mezcla y llévala a la heladera hasta que cuaje.
Servir: Decora con ralladura o rodajas de limón.
Consejos Adicionales:
Textura: Para una textura más ligera, incorpora claras de huevo batidas a punto de nieve antes de llevar a la heladera. Si prefieres una textura más aireada, añade gelatina disuelta a la mezcla antes de refrigerar.
Estos consejos te ayudarán a personalizar y mejorar tu mousse de limón, haciéndolo aún más delicioso y adaptado a tus gustos.
Versión ligera: Usa leche condensada baja en grasa y sustitutos de azúcar para una versión más ligera del mousse.
Sabor: Añade unas gotas de extracto o esencia de vainilla para darle un toque diferente. También, podes endulzar a tu gusto, ajusta la cantidad de azúcar según tu preferencia. Si te gusta menos dulce, reduce un poco el azúcar.
Presentación: Sirve en copas individuales decoradas con hojas de menta para una presentación elegante.
Aromas adicionales: Agrega una pizca de jengibre rallado o un poco de albahaca picada para dar un toque aromático único.
Decoración variada: Decora con frutas frescas como frambuesas o arándanos para agregar color y contraste de sabores.