Para comenzar vamos a lavar bien todas las hojas de la acelga y la vamos a separar de la penca (las pencas las podes guardar para otro plato)
En una olla ponemos suficiente agua e incorporamos todas las hojas, dejamos a que rompa hervor. Una vez lista dejamos que escurran todo el agua posible.
Por otra parte vamos a picar las cebollas y los dientes de ajo lo mas chiquito que puedas y lo mandamos a una sarten con una cucharadita de aceite.
Revolvemos para que no se queme, una vez que la cebolla esta transparente la retiramos del fuego y dejamos que se enfrié a temperatura ambiente.
Batimos los huevos en un bol y le agregamos la acelga previamente picada, la cebolla y el ajo que cocinamos, el queso, medio vaso de leche, sal y pimienta.
Mezclamos bien y a medida que vamos mezclando vamos incorporando de a poco la harina, si ves que te queda muy espesa le podes poner un poquito de leche.
En una sarten u olla vamos poniendo bastante aceite y la mandamos a un fuego medio, ya cuando este bien caliente empezamos a cocinar.
Con una cucharada de la preparación ya tendrías un buñuelo, simplemente lo dejas que se dore de un lado y del otro y ya estarían listos.
Trucos para que no salgan tan aceitosos
Ahora bien el truco para que el buñuelo no te salga con tanto aceite, es simple, el aceite tiene que estar a bien caliente.
Y tratar de no cocinar muchos a la vez, lo que haces al cocinar muchos es bajar la temperatura y por ende el aceite se espesa y termina en el buñuelo.
También para sacar el excedente de aceite podes ayudarte con papel de cocina, si bien estos trucos no sacan el 100% del aceite, ayudan bastante a que queden bien secos.
Por otra parte el truco menos conocido es ponerle un poco ácido, por ende si le ponemos unas gotitas de limón o vinagre va a ayudar bastante a que salgan un poco mas sequitas.
