Arcilla verde: ideal para limpiar pieles grasas
Carbón activado: absorbe las impurezas profundamente
Miel y limón: un dúo antibacteriano e iluminador natural
Aplicar una mascarilla una vez por semana para mantener la piel limpia y radiante.
Hidrata sin obstruir los poros.
La hidratación es clave, incluso si sueles tener brillos. Una piel bien hidratada produce menos grasa.
Elegir:
Una crema hidratante no comedogénica
Un gel ligero con aloe vera o ácido hialurónico Errores
a evitar
No aprietes tus puntos negros: esto puede irritar la piel y causar infecciones
No descuides el desmaquillaje: incluso sin maquillaje, la contaminación y las impurezas se acumulan en la piel
No abuses de los exfoliantes: la exfoliación excesiva puede debilitar la piel y
estimular la producción de sebo Un estilo de vida saludable para una piel radiante
La dieta y el estilo de vida también juegan un papel clave en la aparición de puntos negros.
Buenos hábitos:
Beber mucha agua: para
una piel bien hidratada Evitar alimentos demasiado grasos y azucarados, ya que
estimulan la producción de sebo Dormir lo suficiente: el estrés y la fatiga pueden
empeorar los problemas de la piel ¡Una piel clara y radiante es posible!
Deshacerse de los puntos negros requiere paciencia y constancia. Siguiendo una rutina adecuada y evitando errores comunes, podrás recuperar una piel suave y radiante. ¡Prueba estos consejos y observa los resultados día tras día!