La sal gruesa es conocida por absorber energías negativas, pero debe usarse durante una limpieza suave y con el tiempo.
Mezcla los ingredientes durante un minuto en un vaso grande transparente con agua y colócalo en una zona de la casa que más frecuentas.
Deja este vaso durante un día entero sin tocarlo. Cuando la sal haya subido a la superficie del vaso, sabrás que ha captado toda la energía negativa de la casa.
Puedes utilizar la misma preparación en otras estancias para una mayor depuración.
¿Y para purificar el cuerpo?
En este caso, la sal marina sigue siendo el ingrediente más adecuado. Se puede colocar en el borde de las ventanas o delante de la puerta de casa. Pero para depurar el organismo no hay nada más eficaz que un baño especial que se toma por la noche antes de acostarse.
Es un baño desintoxicante y depurativo. Para ello, basta con llenar una bañera con agua tibia, según la temperatura deseada, y añadir 250 g de bicarbonato de sodio y 250 g de sal marina.
Quédate ahí durante 20 minutos. Cuando te despiertes, te sentirás más ligero.